Esta bebida es una caja de sorpresas, y no solo destaca por su sabor e increíbles propiedades para nuestra salud.
Sabemos que nuestro acceso al café se debe principalmente a los frutos de esa planta que nacen de la tierra. Antes, no existían los cultivos masivos de café, pero con el paso del tiempo y el trabajo humano, se ha logrado que estos cultivares pertenezcan a un complejo sistema de especies vegetales.
Las plantas de café prefieren climas húmedos para desarrollarse, los que principalmente se encuentran en cerros, montañas y volcanes, donde la tierra es fértil y permite el correcto crecimiento de los arbustos de café.
La gran diferencia entre los cultivos de café y el resto de cultivos agrícolas, es que el café no destruye el medioambiente, más bien convive con las otras especies gracias a su facilidad para adaptarse, lo que deriva en beneficios para el ecosistema.
Entre los principales beneficios que encontramos se destaca la preservación de bosques, puesto que los arbustos de café necesitan de los otros árboles para protegerse del sol y obtener sombra. Además, estas condiciones mejoran considerablemente el sabor que tendrá el café en taza.
Otro beneficio destacable de la planta del café en el medio ambiente, es su función que permite a las aguas lluvias llegar a los mantos acuíferos, ayudando así a conservar las reservas de agua.
También podemos destacar el trabajo de las plantas de café como un lugar para la preservación de animales, donde especies como las abejas se dan festines cuando la planta se encuentra en floración.Otra característica del café en la vida agrícola, es la capacidad para absorber dióxido de carbono.
Como hemos visto, el café no solo es una bebida que destaca por su sabor y propiedades beneficiosas para la salud, sino también por su enorme aporte a nuestro medio ambiente.