Congelar los granos de café puede resultar inaudito para algunos cafeteros, pero la comunidad cada vez acepta más este acto.
Algunas creencias históricas en el mundo cafetero dicen que congelar los granos puede ser perjudicial para el resultado final en taza, debido a la condensación que se puede producir con el frío. Todo esto ha quedado desmentido tras recientes estudios donde se analizaron aspectos químicos y sensoriales, los que demostraron que no existe una relación directa entre congelar los granos y su sabor.
Una de las investigaciones más reveladoras se realizó por Investigadores vinculados a la Universidad Estatal de Pensilvania, donde alumnos apasionados por los granos de café investigan y derriban distintos mitos de esta bebida.
En el estudio, medio centenar de consumidores olieron diferentes muestras congeladas, y posteriormente las clasificaron en ocho posibles segmentos. El resultado arrojó que granos congelados por incluso nueve semanas conservaron de mejor forma sus propiedades.
Congelar los granos permite que estos duren mucho más tiempo, ya que los sabores permanecen bloqueados, y mantiene al café en el mismo estado que tendría unos días después de tostado. Además, la molienda de los granos congelados es de mayor calidad, ya que nos darán como resultado distribuciones de partículas de molienda más uniforme.
El método más sencillo para congelar tus granos es ponerlos en recipientes herméticos (idealmente sellado al vacío), y posteriormente en un congelador. Los puedes mantener congelados por mucho tiempo y estos no perderán su sabor, aunque debes saber qué granos estás congelando, así que lo ideal es agregarle alguna cinta con el detalle de cada variedad para que las puedas disfrutar a futuro.