Celebremos el amor por el café sumergiéndonos en los sabores del café.
El café es una deliciosa bebida aromática que estimula nuestros sentidos cada vez que lo olemos y probamos un sorbo, pero ¿por qué tiene todas estas facultades?
La respuesta tiene que ver con la cantidad de compuestos químicos complejos que tiene esta bebida. Por ejemplo, en comparación con el vino, el café es 5 veces más complejo, con alrededor de 1500-2000 compuestos químicos.
Existen muchos elementos que contribuyen a sus atributos de sabor dulce, salado, amargo y ácido. Entre estos elementos encontramos la especie a la que corresponde el café, el perfil de tueste, la altitud donde se cultivó, la finura o aspereza de la molienda y el método de preparación. Además, la percepción de sabor se reduce a los gustos individuales.
La ciencia del sabor
Hay un mundo de ciencia detrás del sabor que experimentamos. Desde la reacción química que da lugar al sabor hasta la experiencia aromática que cada uno percibe. El aroma se percibe al oler el café o al probarlo, lo que se puede experimentar mientras esté presente en la boca.
La experiencia del sabor es una combinación de compuestos químicos complejos que influyen en la percepción, desde el olor aromático inicial hasta la acidez y el cuerpo, hasta el regusto. Estas experiencias se asocian con las diferentes etapas y diferentes moléculas que se encuentran en el café.
Los descriptores aromáticos pueden incluir hierbas, flores, nueces, mientras que el sabor puede incluir amargura, dulzura, salinidad y acidez. Y si necesitas ayuda en tu viaje por los sabores y aromas, acá te dejamos una rueda descriptora, que te permitirá conocer todas las variedades que puedes encontrar en una experiencia.