Quizás te lo hayas preguntado, así que acá responderemos esta duda para que nunca más tomes un café muy helado o muy caliente
En la actualidad, existe una amplia gama de preferencias en relación a la temperatura adecuada con la que deberíamos tomar nuestros café. Esta tendencia se debe a que el sabor del café cambia a diferentes temperaturas.
Por ejemplo, las temperaturas más altas activan los receptores del sabor en la lengua. Incluso, recientes estudios han determinado que es más importante la temperatura que mezclar el café para juzgarlo.
Las notas delicadas del café aparecen cuando está más frío que 48°C. Junto a esto aparece la acidez y el amargor del grano. A medida que la temperatura aumenta por encima de los 71°, la sensación de ardor del café domina el sabor.
La asociación nacional del café (NCA) recomienda servir el café a 82°C. Eso sí, su recomendación está predeterminada por la preferencia a las bebidas calientes, ya que según estudios de la Universidad de Colorado, se descubrió que las personas que sostenían una taza de café caliente juzgaban a los demás como más generosos y afectuosos.
Claramente no existe una temperatura óptima para tomar café. Todo depende de cuánto prefieras el calor en frente al sabor. Lo mejor es experimentar y encontrar tu punto óptimo, ya que todos tenemos uno diferente.
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