Si la cafeína te causa problema y no puedes disfrutar un buen café, acá te enseñamos a como descafeinar.
La mayoría de los amantes del café disfrutan de los efectos positivos de la cafeína, pero existen ciertos casos en que esta sustancia puede ser perjudicial para la salud, imposibilitando a las personas poder disfrutar de su bebida favorita. La salud física y la ansiedad son trastornos que se ven afectados por la cafeína, pero tener la opción de un café descafeinado puede ser la solución a esos problemas.
Al hablar de cafés descafeinados podemos ver algunas variedades que han pasado por procesos químicos para llegar a este resultado. Con el paso de los años la innovación ha aumentado, pero es necesario saber la procedencia de un café descafeinado, ya que en algunos casos este proceso puede generar incluso otros problemas de salud.
El proceso más común para descafeinar el café es con cloruro de metileno, un solvente químico que al aplicarse directamente en los granos y remojarlos en él, extrae la cafeína que tienen nuestros granos. Este es uno de los procesos más rentables, aunque controversial, ya que este químico en grandes cantidades se relaciona a problemas de salud.
Otro proceso común es el de acetato de etilo o caña de azúcar. Este es el favorito de los tostadores de especialidad, ya que puede derivar de frutas podridas o del subproducto del proceso de producción de azúcar. En este proceso el café se cuece al vapor bajo presión previo a sumergirse en el acetato de etilo, el que se une a las partículas de la cafeína y la extrae.
Existen otras fórmulas para esto, como el uso de agua y café verde para hacer un extracto que va eliminando las partículas de cafeína. Posteriormente el café se filtra con una serie de filtros de carbón activado que contienen solo la cafeína. Al no tener solventes químicos, esta técnica no elimina toda la cafeína de tu bebida, dejando ciertos residuos, pero convirtiéndola en la opción más saludable.
Sabemos que con este proceso de descafeinado el resultado del café es muy distinto a uno normal, aunque esto también se ve afectado por el tipo de grano que estemos ocupando. Y si sufres de alguna enfermedad que no te permite consumir cafeína, o prefieres tu café un poco más suave, te recomendamos usar estos métodos para gozar tu bebida favorita sin culpa.